El sábado 12 de marzo, nos otorgaron de la mano de S.A.R. Felipe de Borbón la medalla de Protección Civil con distintivo blanco en La Palma, a cuya entrega fue D. Mario González-Coviella, Vicepresidente del Colegio de Veterinarios de Tenerife, y el Premio Antón a la Solidaridad Profesional que nos concedió AMVAC Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía dentro del marco del Congreso Iberzoo+Propet a cuya entrega fueron D. César Bravo, Coordinador de La Palma y Dña. María Luisa Fdez. de Miguel, Presidenta del Colegio de Veterinarios de Tenerife.
El Ministerio del Interior se la ha concedido por su “brillante participación en la emergencia volcánica de la isla de La Palma”
El Ministerio del Interior ha concedido al Colegio de Veterinarios de Tenerife la Medalla al Mérito de la Protección Civil, en su categoría de bronce y distintivo blanco, por su “brillante participación en la emergencia volcánica de la isla de La Palma”, en la que los veterinarios desarrollaron una amplia labor de protección y atención tanto a animales de compañía...
El Ministerio del Interior ha concedido al Colegio de Veterinarios de Tenerife la Medalla al Mérito de la Protección Civil, en su categoría de bronce y distintivo blanco, por si “brillante participación en la emergencia volcánica de la isla de La Palma”, en la que los veterinarios desarrollaron una amplia labor de protección y atención tanto a animales de compañía como de renta...
La Organización Colegial Veterinaria (OCV) llama a la tranquilidad ante los brotes de gripe aviar surgidos en los últimos dos meses, y asegura que “España cuenta con profesionales altamente cualificados para gestionar y controlar enfermedades zoonósicas como la gripe aviar, entre los que destacan los veterinarios, que son los que previenen, controlan y gestionan este tipo de enfermedades que pueden saltar de animales a personas”.
Los cambios de la sociedad con relación a los animales de compañía han transformado de raíz en las últimas décadas nuestra convivencia con ellos, y han permitido pasar de una concepción patrimonialista hacia otra eminentemente pública, como seres merecedores de derechos dignos de protección. Este hecho supone un giro radical en nuestra relación con ellos y en la deontología de los profesionales de la salud animal. En el orden civil, los animales dejan de ser considerados “cosas” para ser “seres vivos dotados de sensibilidad física y psíquica”.